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Luz
El potus se adapta a diferentes niveles de luz, pero prefiere espacios iluminados sin sol directo. Si la luz es muy fuerte, puedes usar una cortina para suavizarla.
Temperatura
El potus se siente cómodo en climas cálidos, con temperaturas entre 16 y 25 grados. Evita las corrientes de aire frío y las temperaturas extremas.
Humedad
El potus aprecia la humedad ambiental, por lo que puedes pulverizar sus hojas regularmente. También puedes usar un humidificador ultrasónico de niebla fría.
Riego
El riego debe ser moderado. Si el potus no recibe suficiente agua, sus hojas pueden volverse amarillas y los márgenes pueden tornarse marrones y quebradizos. Si recibe demasiado agua, las hojas pueden mostrar marcas amarillas y marrones.
Fertilizante
Puedes fertilizar el potus dos veces al mes en primavera y verano, y una vez al mes en otoño e invierno. Usa fertilizantes líquidos diluidos en el doble de agua que indica el envase.
Plagas
El potus es resistente a plagas, pero puede ser atacado por cochinillas algodonosas. Para eliminarlas, puedes usar algodón o papel de cocina empapado en alcohol metílico. También puedes usar un insecticida natural como el aceite de Neem o el jabón potásico diluido en agua.
Poda
Puedes podar el potus en cualquier época del año, pero es mejor esperar a que la planta esté menos activa.